Los maniquíes, esos fieles compañeros de las tiendas de moda, son mucho más que simples soportes para la ropa. Aunque puedan pasar desapercibidos a simple vista, tienen un papel crucial en cómo percibimos la moda, cómo nos sentimos al comprar y, en última instancia, cómo conectamos con las prendas.
Más que una exhibición: los maniquíes como herramientas de marketing
Para las marcas, los maniquíes son mucho más que decoración. De hecho, su diseño y presentación pueden ser un factor decisivo para atraer a los clientes y fomentar la compra. Según un estudio del International Journal of Advances in Engineering and Management (IJAEM), los maniquíes ayudan a crear una conexión emocional con el comprador y refuerzan el mensaje de la marca.
Aquí hay tres formas clave en que los maniquíes contribuyen:
- Motivan la compra: Un display atractivo puede hacer que una prenda parezca más atractiva.
- Crean aspiraciones: Los maniquíes representan estilos de vida que los consumidores quieren alcanzar.
- Fortalecen la marca: Los maniquíes ayudan a comunicar el estilo y los valores de una marca de forma visual e inmediata.
¿Por qué los maniquíes nos afectan tanto?
El estudio que hemos mencionado nos recuerda también algo fascinante: los maniquíes influyen en nuestra percepción de nosotros mismos. ¿Te ha pasado alguna vez que ves una prenda en un maniquí y piensas: «¿Cómo se verá en mí?». Esa sensación no es casualidad.
- Comparación social y autoimagen
Cuando observamos un maniquí en una tienda, inconscientemente tendemos a compararnos con él. Este proceso, conocido como comparación social, puede hacernos cuestionar si nuestra apariencia o estilo encajan con los estándares de moda que representa.
- El impacto positivo: Los maniquíes que muestran diversidad de cuerpos y estilos pueden ser una fuente de inspiración para los consumidores, ayudándoles a visualizar cómo lucirían ciertas prendas en cuerpos similares al suyo.
- El impacto negativo: Por otro lado, maniquíes excesivamente estilizados, con proporciones corporales irreales, pueden generar insatisfacción con la propia imagen, especialmente en personas jóvenes o en quienes ya tienen una relación frágil con su cuerpo (reflexionamos sobre este punto más abajo…).
- Percepción del ajuste
La forma en que la ropa se ajusta a un maniquí juega un papel crucial en cómo percibimos el ajuste de esas prendas en nuestros propios cuerpos.
- Efecto visual inmediato: Un maniquí bien vestido puede hacer que una prenda parezca más atractiva, mejor ajustada y de mayor calidad. Esta percepción visual nos impulsa a imaginar que nos sentará igual de bien, motivando a probarla o comprarla.
- El dilema: Cuando la ropa no cumple con esas expectativas en el cuerpo del consumidor, puede llevar a una decepción que afecta tanto a la experiencia de compra como a la percepción del producto.
- Autoestima y confianza
El estudio también destaca cómo la presentación de las prendas en los maniquíes puede influir directamente en la autoestima del consumidor.
- Efecto positivo: Una exposición realista y positiva puede aumentar la confianza de los clientes al proyectar cómo podrían verse en su día a día. Por ejemplo, maniquíes que reflejan estilos accesibles y prácticos conectan mejor con el consumidor promedio, fomentando una relación más saludable con la moda.
- Efecto negativo: Sin embargo, la exposición repetida a estándares inalcanzables puede impactar la autoestima, especialmente si el consumidor siente que no encaja con las proporciones o el estilo del maniquí.
Además, el material del que están hechos los maniquíes puede influir más de lo que pensamos en la experiencia del consumidor. Tradicionalmente, se utilizan materiales como plástico o fibra de vidrio, que, aunque funcionales y duraderos, suelen transmitir una sensación fría y distante. Por el contrario, materiales más cálidos y naturales, como la pasta de papel, suelen generar una conexión emocional más positiva.
Esta elección no es solo estética; afecta cómo percibimos la marca y sus valores. Los maniquíes fabricados con materiales sostenibles no solo refuerzan el compromiso medioambiental de la empresa, sino que también contribuyen a una atmósfera más acogedora y alineada con las expectativas de los consumidores actuales.