En Pasqual Arnella, una vez al mes, seleccionamos uno de nuestros productos y os explicamos la historia que hay detrás de su nombre.
Éste no lo escogemos al azar, cada uno de nuestros productos es único y cuando elegimos su nombre lo hacemos pensando en las características del producto, su proceso de diseño y fabricación y lo relacionamos con aquellos elementos de la naturaleza (montañas, ríos, volcanes, logos…) nos evoca. Para el equipo de Pasqual Arnella este proceso de dar nombre a nuestros productos, es una fase especialmente bonita ya que implica un ejercicio de creatividad e implicación por parte de todo el equipo. Ponemos ideas y experiencias en común que hemos experimentado durante todo el desarrollo de ese producto y a partir de aquí decidimos el nombre que le daremos.
Cuando nuestros clientes reciben el producto, éste no es una mera referencia entre otras, sino que tiene un nombre, una historia detrás, que desde Pasqual Arnella queremos conservar y fomentar tanto a nivel cultural como social y medioambiental.
El nombre que le demos siempre estará relacionado con la naturaleza. No se trata solo de reafirmar nuestro compromiso con la sostenibilidad, estamos plasmando el deber que tenemos todos de respetar el medio ambiente y hacer que tanto nuestros clientes como nosotros mismos reflexionemos sobre ello.
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